Tiene el hábito de coleccionar llaves. Su carácter tranquilo no impide que le guste colarse en casas ajenas a robar llaves.

Introduce el apéndice de su cabeza por los resquicios de los metales para absorber los iones. Por alguna razón, adora las llaves.

Su afán por coleccionar llaves es un misterio y se alegra mucho si le regalan una, pero si esta no es una llave maestra, se le tuerce la cara.

Hace tiempo solía vivir en minas, pero tras la disminución de los minerales que le servían de alimento, se trasladó a poblaciones humanas.