Se alimenta de dravita, su manjar favorito. Tras digerirla, queda convertida en cristales que brotan en la superficie de su cuerpo.

Se pelea por las rocas con las que se alimenta. Al chocar contra otros Graveler, se oyen detonaciones y saltan chispas.

Cuando dos Graveler pelean entre ellos, el aire se llena de destellos y estallidos. Los lugareños lo suelen comparar con fuegos artificiales.

Su cuerpo rebosa electricidad debido al tipo de rocas de las que se alimenta. Es muy propenso a pelearse.