Se traga cualquier cosa de una pieza. Sus poros segregan fluidos tóxicos que dañan a sus enemigos.

Se traga todo lo que le quepa en su enorme boca. Sus jugos gástricos pueden digerir cualquier cosa.

Cuando Swalot detecta una presa, echa por los poros, y a borbotones, un fluido tóxico espantoso con el que rocía a su víctima. Una vez que la debilita, se la traga entera gracias a la gigantesca boca que tiene.

Swalot no tiene dientes, así que lo que come se lo traga de una vez; da igual lo que sea. A este Pokémon le cabría un neumático en la boca sin problema.